Voces in Action
Maya Luna, Sebas y Mamá Tierra
maria-cnn-headshot.jpg
Maya Luna, Sebas y Mamá Tierra
September 30, 2013
Climate Change
Environment
El otro día, mi hija Maya Luna me regañó porque casi dejé una luz encendida al salir de la casa. Me dijo, "mamá, estás lastimando a Mamá Tierra! No podía estar más orgullosa. Mi hijo Sebastián, que está obsesionado con los tiburones y la vida marina, me preguntó si la razón por la que a veces los delfines y las ballenas se quedan "atrapados en la playa" es porque los océanos están sucios y no pueden respirar. No podía estar más triste. Pero le doy la bienvenida a estas preguntas y comentarios. Me encanta que estén aprendiendo sobre reciclaje, la importancia del agua limpia y nuestra responsabilidad de cuidar a Mamá Tierra. Siempre pienso en cómo proteger a mis hijos. Como madre, no es una sorpresa que sean mi prioridad. Así que mientras pienso en su futuro, pienso en el trabajo que hago sobre el cambio climático con el grupo Voces Verdes. Lidiar con el cambio climatológico es una prioridad de Voces Verdes y se está convirtiendo en una prioridad para muchos latinos en todo el país porque es dolorosamente obvio que el futuro de nuestros hijos y nietos se verá seriamente impactado por un clima cambiante y más severo. Le debemos demasiado a nuestros hijos para obviar este asunto. Cuando el presidente Obama anunció su plan de acción sobre el cambio climático el pasado junio, nos hablaba no sólo como nuestro Presidente, sino como un padre recordándonos que es nuestra obligación moral proteger a las generaciones futuras de los costos y los riesgos del cambio climático. Es el desafío ambiental más urgente de nuestro tiempo. Ya está imponiendo grandes y crecientes costos en nuestro país y poniendo en riesgo nuestro futuro. Y vemos eso más y más cada día, tanto aquí en casa como en el extranjero. Un informe de UNICEF publicado esta semana reveló que los niños sufren los peores efectos del cambio climático debido a su mayor riesgo de problemas de salud, malnutrición y la migración. Unicef estima que 25 millones de niños sufrirán desnutrición debido al cambio climático y 100 millones más padecerán inseguridad alimentaria. Esta es una imagen sombría del futuro y una que debe obligarnos a todos a hacer algo al respecto. Porque podemos. Sabemos que los niños son más vulnerables a los impactos a la salud del aire sucio. Sus pulmones todavía se están desarrollando y los daños causados ​​por el ozono (que causa smog) a menudo pueden ser permanentes. Para los millones de niños latinos que viven en zonas donde frecuentemente se violan las normas de calidad del aire no se trata de una realidad futura, sino su estado actual. Para los niños que han vivido las inundaciones en Boulder, Colorado recientemente, o que todavía tienen pesadillas un año después de la súpertormenta Sandy, el cambio climático ya es una realidad. No podemos quedarnos de brazos cruzados, o peor, darle la espalda cuando“inundaciones históricas” y “bíblicas"huracanes y sequías siguen amenazando las vidas y los sustentos. Más allá de nuestras fronteras, en América Latina, la inseguridad alimentaria está afectando ya a la agricultura. Los patrones climáticos cambiantes y las temperaturas más altas, sequías, tormentas, inundaciones y cambios en los patrones de cultivo reducirán las cosechas, privando a los agricultores pobres de los alimentos que se cultivan para alimentar a sus familias a la vez que ponen en peligro lo que a menudo es su única fuente de ingresos. Algunos en Washington prefieren seguir debatiendo la cuestión de si el cambio climático es causado por las actividades humanas. El próximo informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), el principal órgano internacional para la evaluación del cambio climático establecido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM), dice que están 95% seguros de que el cambio climático es causado por los humanos. Así que la pregunta no es si el Congreso debe actuar, ya que la realidad es que no tenemos otra opción. Para empezar, debemos apoyar las acciones de la Agencia de Protección Ambiental para limitar la contaminación de carbono y mantener la presión para asegurar que nuestros líderes electos actúan para proteger a nuestros niños. Después de todo, Maya Luna no debería tener que preocuparse de que Mama Tierra esté en peligro o sea vulnerable y Sebas no debería tener que ver que sus criaturas marinas favoritas se extinguen y no serán más parte de su mundo. Peor aún, ni ellos ni ninguno de sus pares deben ser forzados a heredar un mundo asolado por un planeta más caliente, un clima extremo y la inseguridad alimentaria, enfermedades relacionadas con el calor y los riesgos a la salud que esto implica. Podemos hacer esto. Debemos actuar sobre el cambio climático ahora. Publicado originalmente en Washington Hispanic.
timerz0
start html0
pre page0
post page0
end html0
Total Time: 0