Just as the New Year signifies a turning point in time, so too does the Paris Agreement represent an important step for the environmental community. In broad yet ambitious terms, the accord, signed by 195 countries, outlines a global commitment to reduce greenhouse-gas emissions and prevent world temperatures from rising above 1.5 to 2.0 degree Celsius.

As 2016 begins, it’s worth accepting the Paris Agreement as an expressed global commitment towards protecting our planet while also acknowledging the years of continued effort that lie ahead.  Such an expansive agreement took decades to achieve – implementing the necessary policies will take just as long and be equally challenging. It’s one thing to get 195 countries to agree that combatting climate change is urgent and necessary. Now, those same countries have to remain uniformly steadfast and united over the course of decades.

Within the U.S., the same long-standing challenges remain – outspoken climate-change deniers and the difficulty in orienting a short-term political system towards a long-term outlook. For the next 12 months, climate change needs to emerge as a vital consideration of all candidates for political office, both at presidential and local levels.  The Latino community, with an influential and growing electoral voice, is positioned to provide the main impetus in this regard. Repeated studies have shown that and overwhelming number of Latinos in the U.S. support climate change policies, such as Obama’s plan to cut carbon emissions from power plants. In fact, 85 percent of Latinos believe “reducing smog and air pollution is extremely or very important.”

The year 2016 will be full of challenges, but also replete with opportunities to unite our Voces in the efforts to improve the livelihood and health of our communities in the face of climate change. Within our communities, even small initiatives matter just as much as before. Climate-friendly policies experience a snowball effect, gaining momentum and acceleration with each positive step forward. One solar-powered house turns into a neighborhood of green electricity, and one county’s eco-friendly agriculture spurs the development of regional sustainability. Now, as we work together to pursue environmental endeavors within the U.S., we can do so knowing that we are supporting a nearly unanimous global goal of sustaining our planet for future generations.

We are excited to be part of such a momentous time in history, and we can’t wait to see the new wave of voces that will join us on this journey to make our future cleaner and healthier. So cheers to a great 2015, and cheers to an even greater, and greener, 2016.

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Uniendo nuestras voces tras el acuerdo de París

Tal como el año nuevo significa un punto de inflexión en el tiempo, el Acuerdo de París representa un paso importante para la comunidad ambiental. En términos generales, pero ambiciosos, el acuerdo firmado por 195 países es un compromiso global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar que las temperaturas mundiales aumenten más que 1,5 a 2,0 grados centígrados.

Mientras planeamos el 2016, debemos ver el Acuerdo de París como un compromiso global cuyo fin es la protección de nuestro planeta y el cual devengará años de continuo esfuerzo a futuro. Lograr este amplio acuerdo tardó décadas. Del mismo modo, la implementación de las políticas respectivas demorará años e igualmente será un desafío alcanzarlas. Que 195 países hayan coincidido que luchar contra el cambio climático es urgente y necesario, ha sido un éxito.  La meta para las próximas décadas es que esos países permanezcan firmes y unidos en este objetivo común.

En los Estados Unidos existen los mismos desafíos: detractores del cambio climático y las dificultades de orientar un sistema político de corto plazo hacia una perspectiva de largo plazo. En los próximos 12 meses, el cambio climático debe transformarse en una tarea vital de todos los candidatos políticos tanto para la presidencia como en el ámbito local. La comunidad latina, con una voz influyente está posicionada para proporcionar el impulso principal en este respecto. Estudio tras estudio ha demostrado el número asombroso de latinos en Estados Unidos que apoyan las políticas de cambio climático, como el plan de Obama para reducir las emisiones de carbono de las centrales eléctricas. De hecho, el 85 por ciento de los latinos creen que reducir el smog y la contaminación del aire es extremadamente o muy importante.

El año 2016 estará lleno de retos, pero también repleto de oportunidades para unir nuestras Voces en los esfuerzos para mejorar los medios de vida y la salud de nuestras comunidades mientras enfrentamos el cambio climático. Dentro de nuestras comunidades, las pequeñas iniciativas tienen tremendo valor. Las políticas climáticas experimentan un efecto de bola de nieve, ganando impulso y aceleración con cada paso positivo. Una casa que recibe energía solar se ​​convierte en un barrio de electricidad verde y la agricultura ecológica de una comunidad estimula el desarrollo sostenible de toda una región. Ahora podemos avanzar juntos en nuestros esfuerzos ambientales en los Estados Unidos sabiendo que apoyamos una meta global casi unánime de preservar nuestro planeta para generaciones futuras.

Estamos por un lado emocionados de ser parte de un momento tan trascendental en la historia y por otro, ansiosos de ver la nueva ola de voces que se unirán a esta lucha por un futuro más limpio y saludable. Brindemos por los logros de un gran 2015 y brindemos por un 2016 aún más increíble y más verde.